Los aztecas formaron una de las sociedades más influyentes del actual México, donde se establecieron a principios del siglo XIV tras vagar de un lado a otro en busca de una señal divina mitad águila y mitad serpiente.
El águila representaba la inteligencia y la astucia, mientras que la serpiente era una metáfora del impulso animal. En el año 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlán y organizaron un ejército de soldados que, en apenas 70 años, se convirtió en un imperio gigantesco.
Como era habitual en todas las civilizaciones precolombinas, los aztecas elaboraron su propio calendario astrológico, tomando como punto de partida el que usaban los mayas desde hacía tres mil años. No tenía nada que ver con los calendarios occidentales, pero compartía con éstos la necesidad de conjugar al hombre con el sol, la luna y la tierra.
Sin embargo, el calendario azteca es más complicado de interpretar porque se divide en tres tipos de años: el solar, formado por 365 días distribuidos en 20 meses; el sagrado, compuesto por 20 signos que se multiplican por 13 números; y el venusino, que añade 5 años por cada 8 solares. Por este motivo, el horóscopo azteca no agrupa a sus signos por semanas o meses, como los demás, sino en días alternos, y utiliza símbolos vegetales, animales y materiales.
0 comentarios:
Publicar un comentario